En
primer lugar, ¿para qué estirar?
Normalmente, pensamos que estiramos los músculos
para calentar, relajarlos y prevenir lesiones, ser más flexibles... Además,
todo ello suele estar vinculado a la práctica deportiva. Pues bien, lamento
decir que ésta es una noción errónea.
ESTIRAMIENTO
≠ CALENTAMIENTO
El aumento de la temperatura, calentamiento, se
consigue aumentando el aporte sanguíneo mediante la actividad muscular y no
sometiéndolo a una tensión pasiva. Nuestros músculos tienen una actividad dual básica
que es la
CONTRACCIÓN y la RELAJACIÓN,
cuya alternancia hace posible el
MOVIMIENTO. Y es que
estamos diseñados para movernos.
El estiramiento
es necesario en caso de que un músculo o grupo de músculos permanezcan contraídos,
acortados, sin poder relajarse. Estirar un músculo relajado no supone aumentar
la relajación, sino una hiperextensión, un estrés inesperado e innecesario, interpretada
como una amenaza de lesión, ante la cual el músculo naturalmente se protege
contrayéndose.
ESTIRAMIENTO
≠ FLEXIBILIDAD
El estiramiento afecta a los tejidos blandos que revisten el esqueleto óseo,
comenzando por la superficie, la puesta en tensión afecta a la piel, el tejido
subcutáneo, las aponeurosis superficiales de los miembros o del tronco, las
hojas aponeuróticas y tendinosas de las inserciones musculares, y finalmente el
músculo, con su vaina aponeurótica y el dispositivo tendinoso constituido por
aponeurosis profundas intermusculares.
La flexibilidad, por definición, es la “capacidad para doblarse
sin partirse”. Esta capacidad depende de muchos factores: la actividad del
sistema nervioso, de la forma de las articulaciones, la cápsula articular, los
ligamentos, tendones y músculos. Por lo tanto, sí,
es verdad, la flexibilidad también se logra
a través de los músculos, pero cuando los involucramos en el movimiento que queremos
hacer.
Los
estiramientos estáticos tradicionales inmediatamente anteriores al ejercicio
físico, no solo no los involucran en el movimiento, sino que aumentan el riesgo
de lesión y afectan negativamente al desempeño de la actividad1,
puesto que disminuyen la potencia (fuerza que se produce en un rango de
velocidades) muscular2 y conducen a una clara reducción de todos los
parámetros de reflejos neuromusculares3.
El Dr.
Romanov, acreador del Pose Methode llega a afirmar que “el estiramiento tiene un propósito que nada que
ver con el deporte” y es el terapéutico. Es decir, el estiramiento es una
herramienta de recuperación de la actividad bifásica de los músculos
(contracción/relajación), cuando ésta se haya perdido. Por otro lado, si bien
un esfuerzo físico desmesurado puede provocar el acortamiento muscular, lo que
sucede aun con más frecuencia es el acortamiento por permanecer largos periodos
de tiempo en una misma posición, ya sea sentado o de pie.
Entonces, ¿estirar?
Sí, pero aislando el estiramiento de la actividad
física.
Estira horas antes o después de entrenar. Estira si
trabajas muchas horas sentado/a con el ordenador, si pasas muchas horas de pie…es
decir, estira para contrarrestar la falta de movimiento y la falta de
equilibrio entre la función natural de los músculos la contracción/relajación;
no para sobrepasar el límite elástico.
Y sobre todo, si estiras un músculo, ¡debes acordarte
de su contrario!, debes mantener el equilibrio.
¿Cómo?
En caso de dolor, sensación de sobrecarga, una buena
forma de reeducar el músculo, evitando que se contraiga en respuesta al dolor
es el microstretching, método elaborado por el profesor Nikos Apostolopoulos. Consiste en estirar suavemente para relajar el sistema nervioso y no para estimularlo,
si provoca dolor o
malestar se está dañando los tejidos. Cada postura se mantiene 60”, de
forma simétrica, ¡siempre por debajo del umbral del dolor!
- Coloca ambos pies en la pared asegurándose de que la cadera y la pelvis están
firmemente en el suelo y no en
el aire.
- Pon una almohada debajo de la cabeza
para alinear la columna lumbar.
- Cruzar una pierna sobre la otra, con el
tobillo más allá de la articulación
de la rodilla y mantén el estiramiento
suave durante 60 segundos
- Cambie de pierna y repite el estiramiento.
- Repite cada estiramiento tres veces a cada lado.
Además, y
también desde el punto de vista terapéutico, los estiramientos realizados de
forma pasiva, pasivo-asistida o siguiendo las técnicas Sölveborn (tensión
10"-30", relajación 2"-3", estiramiento 10"-30")
o Linkoping (tensión 4"- 6", relajación 2"-3", estiramiento
8") de facilitación neurorefleja contribuyen al mantenimiento de la
flexibilidad del tejido blando a largo plazo4.
Referencias:
- Wallman, H. C. The acute effects of various types of stretching static,
dynamic, ballistic and no stretch of the iliopsoas on 40-yard sprint times in
recreational runners. International
Journal of Sports Physical Therapy, 2012. 7(5), 540-547.
- Sayers, A. F. The effect of static stretching on phases of sprint
performance in elite soccer players. Journal
of Strength Cond Res., 2008. 22(5), 1416-1421.
- Avela, J. F. Neural and mechanical responses of the triceps surae muscle
group after 1h of repeated fast passive stretches. Journas of Applied Physiology, 2004. 96(6), 2325-2332.
- Kisner, C. (2007). Ejercicio
terapéutico, fundamentos y técnicas. Madrid: Médica Panamericana.